INGREDIENTES:
500 gr. de harina.
120 ml. de aceite de oliva.
La piel de un limón.
160 ml. de vino blanco.
1 vasito de anís (de los de café)
2 ó 3 clavos.
10 gr. de levadura en polvo.
Azúcar para rebozar.
10-12 cucharadas de miel para preparar el almíbar
ELABORACIÓN DE LA MASA:
Calentamos el aceite en un cazo a fuego medio. Echamos pieles del limón y los clavos para aromatizar el aceite, hasta que estén doradas.
Retiramos del fuego y dejamos entibiar.
Ahora con la ayuda de una amasadoras, si querés, podéis hacerlo a mano, echamos la harina y la levadura en polvo.
Incorporamos el aceite aromatizado colado, sin la piel de limón, ni los clavos.
Echamos el vino blanco y el vasito de anís y amasamos.
Tiene que quedar una masa homogénea.
Envolvemos la masa en papel film y dejamos reposar en la nevera una hora.
Mientras tanto hacemos el almíbar para bañar los pestiños.
Ponemos en un cazo los 250 ml. de agua y las diez o doce cucharadas de miel.
Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y mantenemos cinco minutos.
Ahora formamos los pestiños. Para ello dividimos la la masa en cuatro partes. Extendemos cada una de las partes con el rodillo hasta que nos quede bien fina.
Recortamos en rectángulos y unimos los extremos opuestos de cada pestiño. Aplastamos en el centro para que no se nos abran al freír.
Freímos en abundante aceite no demasiado caliente para que no se nos quemen y queden crudos por dentro.
Una vez los vayamos friendo los vamos colocamos sobre papel absorbente.
Para finalizar los rebozamos en azúcar o los bañamos en el almíbar de miel.
Fuente: la cocina de Pedro y Yolanda.
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